9 abr 2016

Pepitas de quarks en un mar interestelar.

Las pepitas de quarks o strangelet son hipotéticos objetos que se asemejarían a pequeños meteoritos de roca o hierro, pero serían millones de veces más pesados.

Las pepitas de quarks estarían formadas por grandes masas quarks arriba, abajo  y extraño -una partícula elemental que es la que forma a los neutrones y protones- en grandes cantidades y sin diferenciar, a diferencia de la materia común de neutrones y protones, donde tales son partículas formadas por tripletes de quarks.




Estas hipotéticas pepitas podrían tener un tamaño considerable, de una pelota de fútbol a un glóbulo rojo, y aun con su pequeño tamaño serían muy pesados.
Una pepita de quarks con el volumen de una bacteria podría llegar a pesar casi una tonelada.

Lo sorprendente de esto es que algunos físicos y astrofísicos teorizan que podrían ser relativamente comunes en el espacio (si es que realmente existen), y si están en lo cierto, impactan al menos una vez al año con la Tierra.
Se teoriza que estos fragmentos de densa materia podrían haberse formado en grandes cantidades tras el big bang, en las primeras etapas cuando los quarks se condensaron en hadrones.
En caso de darse un impacto, tal sería casi imperceptible, de hecho un pequeño strangelet (del tamaño de una mota de polvo y 10 toneladas de masa) podría caer junto al ordenador con el que está leyendo esta publicación ahora mismo, y no se daría ni cuenta.

Los strangelets o pepitas de quarks, debido a su aceleración inicial, gran masa y densidad, y origen, se teoriza que frecuentemente caerían con una velocidad 40 veces superior a la velocidad del sonido (mach 40 o 12800 metros por segundo).
Esto sumado a su tamaño haría que un strangelet que impactase atravesase todo el manto y núcleo terrestre sin perder mucha velocidad y saliera por el otro extremo de vuelta al espacio.



Algunos físicos sugieren dar uso a las pepitas de quarks (si es que realmente existen).
Una pequeña pepita de quarks podría ser utilizada para obtener energía, si tuviere el tamaño de una mota de polvo, poseería una energía equivalente a 10 toneladas de materia y antimateria o 200.000 bombas zar; eso, claro, si tal energía pudiese ser extraída; esto podría hacerlo útil como combustible compacto e inerte para naves interestelares propulsadas por antimateria.
Otro uso sería como arma, una pequeña bomba tonta (sin carga explosiva) con un cabezal hecho de materia de quarks y con una forma que le otorgara mucha superficie, podría ser más poderosa que cualquier arma termonuclear construida si es lanzada desde la órbita.
También, al ser exclusivamente grandes cachos de quarks unidos por la fuerza nuclear fuerte (que se llama así porqué es bastante fuerte), podrían ser utilizados para obtener materiales con una resistencia general y rigidez trillones de veces superior a los nanotubos de carbono, aunque esta posibilidad parece remota o imposible

Volviendo al tema, algunos físicos han intentado probar la existencia de estos hipotéticos objetos mediante reportes sísmográficos extremadamente extraños (normalmente considerados como errores de la máquina) que podrían ser fácilmente explicados con la hipótesis del impacto de los strangelet.
También se piensa que algunos strangelet podrían estar encerrados dentro de asteroides, pudiendo ser posible descubrirlos (o mejor dicho, demostrar su existencia) en el futuro, gracias a la minería espacial.

Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Strange_matter
http://smu.edu/newsinfo/releases/01342.html
http://journals.aps.org/prd/abstract/10.1103/PhysRevD.4.1601

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